5º Domingo de Cuaresma, 2012. Pronunciada en Oakland, Califórnia (USA).
Jose Marins
- “Queremos ver a Jesús!”, así los de cultura griega abordan a Felipe, que va a decirlo a Andrés y este reporta directamente a Jesús.
El sentido de querer verlo es mas amplio que el mero verbo “ver”… es como quien quiere conocerlo mejor, ser introducido a su persona para un contacto directo.
- Saúl, inmediatamente después de la experiencia de Damasco, introducido en la fe de Jesús, decide tomar el camino de Jerusalén y gastar dos semanas completas en contacto con Simón Pedro, para conocer de un testigo directo, quien era aquel Jesús que lo abordara en el camino de Siria.
Las nuevas generaciones contemporáneas también repiten, de diferentes maneras, la misma propuesta – Queremos ver a Jesús!
Nosotros vamos a lo mismo, desde otro ángulo: - Cuál Jesús?
- No tanto un niñito precioso; tampoco a un joven modelo “Hollywood”, con un cuerpo de luchador de lucha libre, a gusto de los pintores renascentistas.
No. Lo que impacto es el Jesús de los evangelios, un adulto como Moisés, liberando de la esclavitud que los aplastaba en las fecundas tierras del delta del Nilo; una guía segura por el desierto, educándolos a ser un nuevo pueblo, luz para las naciones.
En nuestra época, donde encontramos a Jesús?
Las respuestas bíblicas. Nos aseguran:
1) Encontraremos Jesús en la Eucaristía, como presencia que nos da fuerzas (alimenta), comunicándonos la fuerza de su ministerio pascal de quien, ha sido fiel al proyecto de Dios, al punto de por el morir. Y irrumpir con una nueva vida, cuando todo parecía terminado en desastre irreversible.
2) Presente en cada persona que sufre, como esperanza de encuentro con El ya en su realidad pascal, al lado de su Padre, que recoge en su casa, para siempre, haciendo parte de la familia divina a los que cuidaran de Jesús, en la persona de los últimos (pobres, abandonados, despreciados, enfermos…).Y revistiendo los, ya ahora, con una dignidad que no se pierde jamás (Mt 25,36)
3) Presente, en la comunidad, por fuerza del Espíritu Santo (Mt 18,20), fermento y primicia del Reinado del Padre.
4) Encontrándose, diariamente con Jesús, en su Palabra viva. Estando místicamente con el en sus enseñanzas… recibiendo la gracia de sus milagros; siendo purificados, liberados de muchas esclavitudes, por sus exorcismos.
Por el blautismo, haciendo parte del equipo de Jesús, andamos por esta Galilea de gentiles,
A) plantando semillas del Reino: no violencia, ecología
B) saliendo de la esclavitud del “consumismo”, de la obsesión del tener, del poder y del placer a cualquier precio, aún vendiendo nuestro hermano José como lo hicieron los hijos de Jacob.
C) O como los saduceos que entregaron Jesús para ser torturado y crucificado por la fuerza de ocupación romana, jurando públicamente que se sometían gustosamente al faraón de turno, no teniendo otro rey sino Cesar.
Entrar en la semana sagrada que define nuestras vidas
- Estamos con Jesús, con su propuesta y modo de ser como comunidad, acontecimiento portador de nueva vida… Una fidelidad que lleva al amanecer de la Pascua.
Vamos a terminar el período de Cuaresma… etapa de evaluación y cambio de vida. Estamos decididos a ser fermento de la noticia de Jesús, sobre el Reinado de Dios, que no acontece de arriba hacia abajo, sino desde nuestras vidas, donde estamos, para que “Venga tu Reino, Señor”.
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