Pequenãs comunidades eclesiales y CEBs: Diferentes pero no opuestas
(Primera parte)
Una expresión nada inocente
Las CEBs (“En el caso en que todavía existan”, decía un obispo, con cierta satisfacción (!) “son una, de las tantas pequeñas comunidades eclesiales, que “OJALÁ puedan contribuir para revitalizar las parroquias…” (“¡Desde que no se metan en política!”), completaba, apresuradamente, otro colega del mencionado Prelado).
En este sentido, el documento de Aparecida, con sus idas y venidas de redacción, terminó revelando tendencias opuestas en relación a las CEBs. En efecto, el texto de Aparecida, en lo que se refiere a las CEBs, desafía nuestro entendimiento lógico, con una especie de danza de conceptos opuestos: -“Si, ¡pero no!”[1] “Es y no es”. Por ejemplo, en la nota n.88 (de la Redacción “anónimamente” editado y corregido, y dada como definitiva, por las autoridades superiores), se vuelve a afirmar que el texto de Medellín 15,10[2] continua plenamente válido. Pero, en la siguiente línea, al citar Puebla n.629, retoma un texto elaborado en otro contexto histórico[3]. Retomado 29 años más tarde, en otra situación, y silenciando la enorme cantidad de citas positivas sobre las CEBs, que llenan de punta a punta el texto de Puebla[4], manipula la intención original de los redactores y sugiere sospechas graves en relación a las CEBs [5]
A pesar de esas insistencias, Aparecida, en su conjunto y en los números 178, 179,180 reafirma las CEBs. La redacción que ha sido votada por los obispos, había optado por frases de apoyo y simpatías (Nada genéricas o tampoco superficiales). Véanse los número 194 y 195 de la 4ª.Redacción: - 194: “Queremos decididamente, reafirmar y dar nuevo impulso a la vida y misión profética y santificadora de las CEBs, en el seguimiento misionero de Jesús. Ellas han sido una de las grandes manifestaciones del Espíritu en la Iglesia de América Latina y El Caribe después del Vaticano II”.
195….”Después del camino recorrido hasta ahora, con logros y dificultades, es el momento de una profunda renovación de esta rica experiencia eclesial en nuestro continente, para que no pierdan su eficacia misionera sino que la perfeccionen y la acrecienten de acuerdo a las siempre nuevas exigencias de los tiempos”.
La 5ª. Redacción, la que ha sido “corregida” misteriosamente[6], quitó todo lo que pudiera aparecer como entusiasmo de pastores al proceso de las CEBs, y como apoyo al compromiso misionero, tantas veces heroicos, de parte de los más sencillos y sufridos miembros de la Iglesia [7]
- Entonces, las CEBs significan solamente una entre muchas búsquedas por nuevas formas de vida comunitaria, todas ellas llamada de pequeñas comunidades? (Como genéricamente se refiere el n.56 DAP)
El intento, aparentemente inocente (y que, por supuesto, no lo es), se expresa en la propuesta de reunir todas las formas de experiencia comunitaria de la Iglesia, agrupándolas bajo un único nombre: Pequeñas comunidades eclesiales. Así desaparecen las originalidades específicas, como en el caso de las CEBs.
El deseo de sintetizar, no simplifica el tema de las CEBs, sino que lo confunde. Termina haciendo una propuesta “simplista” y ambigua. En realidad se termina por rotular, indistintamente, cosas que son de diferente naturaleza teológica y pastoral (Lo que es de el área “Iglesia Sacramento”, LG 1; con lo que es del espacio de “dones y gracias del Espíritu” LG 12). En última análisis, se está desautorizando la asamblea de Medellín (cuyo texto sobre las CEBs, 15,10, ha sido reafirmado en Puebla, Santo Domingo y Aparecida).
Digámoslo en pocas frases, lo que, a seguir, analizaremos más ampliamente:
· Las CEBs no son grupos eclesiales. Son estructuras de la Iglesia (Med. 15,10), como la parroquia, que ha sido la Iglesia de base (cuando, en tiempos medievales se constituya de 15 o 20 familias) y ahora (con 10 o 60 mil bautizados) se la va transformando en comunidad de comunidades (Aparecida). Las CEBs surgen, por lo tanto, para reconstruir el primer nivel de Iglesia, que ya dejó de existir de manera efectiva y misionera, aun que permanezca como nomenclatura, en relación a la parroquia.
· Las CEBs, siendo la base eclesial, como la parroquia lo fue, no expresa, sin embargo, el mismo “modelo teológico-pastoral”. El modelo parroquial es de cristiandad, patriarcal, piramidal, prétécnico, rural, de atendimiento sacramental, devocional, territorial, centrada en un edificio.
· El modelo de la CEB es esencialmente misionero, de diáspora (Hacia el “pateo de los gentiles”, para usar la expresión de Benito XVI), urbano, comunitario, descentrado del edificio y no confinado al territorio, dentro de un mundo científico, técnico, urbano, que en relación a las personas, no “espera por…”, sino que “va hacia”, llegando donde la presencia pastoral no acontece de modo sistemático y adecuado [8]
· Las CEBs, como lo ha ubicado la Asamblea de Puebla, son una estructura sacramental (LG 1) no hacen parte de los dones y ayudas “carismáticos” mencionados por el n.12 de Lumen Gentium.
· Las características de la CEBs: ser pequeña y ser comunidad, en sí mismas (aisladamente) no expresan lo específico de las CEBs. En efecto, vivir la experiencia comunitaria es una exigencia que califica toda realidad y acción eclesial: sea de un grupo de monaguillos, sea el consejo pastoral, o el presbiterio, o los catequistas parroquiales…Lo específico de lo comunitario se expresa por las relaciones inter-personales, la participación y corresponsabilidad.
· El otro aspecto, el de ser una comunidad “pequeña” es una condición tanto pedagógica como operativa, para facilitar la convivencia y el funcionamiento de las realidades multitudinarias, de obreros, de estudiantes, hasta de soldados…
La Asamblea de Puebla, coherente con la perspectiva esencial de Medellín, que presenta las CEBs como primero nivel de Iglesia, las ubica siempre como parte del tríptico: CEB, Parroquia y Diócesis. Eso está evidenciado en cada uno de los pasos del método: en el VER la realidad; como para el PENSAR-JUZGAR, que se encarga de la fundamentación teológica para los discernimientos; y finalmente para el ACTUAR, explicitando las líneas de acción de las CEBs-Parroquias-Diócesis [9] La CEB no se localiza entre los movimientos, sino como estructura eclesial fundamental, como realidad eclesial global, como un todo, no como parte[10]
El documento de Puebla señala como elementos constitutivos de las CEBs, aquellos que forman parte de la descripción misma del misterio de la Iglesia y que hayan su expresión cabal en la Iglesia particular: La Palabra de Dios, la participación en la Eucaristía, la comunión con los Pastores; las nuevas relaciones interpersonales con la Fe y un compromiso mayor con la justicia, con la realidad social de sus ambientes. (Cf. Puebla, 640.) [11]
En conclusión: Reducir la CEB (estructura eclesial, instancia de base) a una genérica “Pequeña Comunidad Eclesial” (grupos, asociaciones, servicios) es suprimir la originalidad de la propuesta de la asamblea de Medellín. Veamos, además, diez diferencias entre lo que es propio de las CEBs y lo que es característico de los grupos eclesiales (asociaciones, movimientos, sodalicios, etc.), algunas de ellas ya han sido anteriormente mencionadas y explicadas;
1. El estatuto teológico de las CEBs es lo de ser: “Sacramento”, en el sentido de LG 1 (como la parroquia y la diócesis)
# Los GRUPOS se ubican entre los carismas, según LG 12
2. El bautismo es el rito de pertenencia en una Iglesia de Base.
# A entrada nos grupos no está ligada a uno de los 7 sacramentos
3. La presidencia de una Iglesia de base, pertenece al ministro ordenado.
# La coordinación y presencia de los grupos es un servicio que no pide ordenación. Los grupos tienen capellanes, que no son coordinadores del grupo como tal, sino únicamente asesores espirituales y, casi siempre, son también un enlace con la institución eclesial.
4. La CEB es constitutivamente misionera.
# Los grupos, pueden no estar directamente ligados a una responsabilidad misionera. Cuando reciben un envío misionero no es por el poder de su propio grupo, ni tampoco en función de él (Por ejemplo, para conseguir nuevos participantes para su grupo.
5. La CEB contiene, en semilla, todos los elementos esenciales de la Iglesia (comunión-koinonia; servicio-diakonia: misión testimonial-martiria; patrimonio de la palabra en todas sus dimensiones-kerigma, catequesis, mistagogía; misterio pascual - liturgia).
# Los grupos pueden concentrarse, como grupos, en un solo aspecto como la catequesis, o la conversión, etc.
6. La pertenencia a la Iglesia de base es para toda la vida (aún cuando se cambia de un país a otro, donde llega, busca integrarse en una instancia eclesial de base, donde se vive la experiencia de comunión y misión eclesiales)
# A los grupos se puede pertenecer por un tiempo, y no por toda la vida. Dejar un grupo no es “apostasía” de la fe, como cuando se deja la Iglesia.
7. La CEB acontece como Iglesia local, en comunión con la parroquia y diócesis.
# Los grupos, como grupos, son una parte de la Iglesia local. Como personas pertenecen a la Iglesia en virtud del bautismo. Es grupo es la especialización, la CEB es lo fundamental.
8. La Iglesia en todos sus niveles tiene la promesa del Señor de que permanecerá.
# Los carismas pueden extinguirse
9. Las CEBs, son pluralistas en cuanto al género, edad, culturas
# Los grupos pueden ser homogéneos: solo jóvenes, solo mujeres, solo indígenas
10. Las CEBs pueden ser formadas por diferentes grupos.
# La definitiva instancia eclesial de un grupo, no es el mismo grupo
11. El estar em um movimento, o grupo no impede La pertinência a uma CEB. Al contrario, la pertinencia radical y sacramental de cada bautizado es a su Iglesia de base (Med 15,10)
+ Las CEBs y los grupos no se oponen, sino que deben complementarse.
+ Los miembros de una CEBs pueden, simultáneamente, hacer parte de grupos especializados, como ser del Cursillo de Cristiandad, Focolares etc.
¿Mero cambio de palabras o confrontación de visiones eclesiales?
(Un documento de nuestro episcopado ha sido violado)
La intervención anónimamente realizada (jamás corregida) en el texto votado por los obispos participantes de la 5ª.Asamblea General del Episcopado Latino Americano y Caribeño, no ha sido superficial o de mera redacción. La corrección en la sección de las CEBs, en efecto, ha sido profunda, aún cuando, desde una visión superficial, daba la impresión de ser poco más que irrelevante. Una visión más seria identifica que se comprometió el sentido y el espíritu con que los obispos habían redactado el texto conclusivo de la Asamblea.
La intervención en esta sección ha sido considerable: en la censura, en la incorporación de frases y desarrollos nuevos, en la reestructuración del conjunto. Se conservan elementos importantes, pero debilitados o contrapesados por una insistencia obsesiva en la inserción parroquial y en la fidelidad al “tesoro precioso de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia”. Incluso, se renueva la sospecha, recogida por Puebla en un contexto histórico muy diferente, de la secularización y “radicalización ideológica” de “miembros de comunidad y comunidades enteras”. Todo lo cual parece justificar que se haya dejado de lado la “decidida reafirmación” y el “nuevo impulso” que la Vº Conferencia quiso dar a las CEBs en el nuevo contexto de América Latina y el Caribe.
Uno pude preguntarse cuál es el motivo real de tal rechazo. ¿Será que se teme a las CEBs como amenaza o competencia? Pero, ¿para quienes? ¿Para las parroquias como estructura clerical? ¿Para los movimientos que cunden en los sectores medios o altos? ¿Es hacia esas Parroquias y movimientos que tienen que convocar los discípulos misioneros pobres a sus vecinos y compañeros, los que buscan acogida fraterna, participación activa, y sobre todo, a un Jesucristo como ellos, con un mensaje de vida nueva en su realidad concreta? Si no hay más y mejores CEBs y “comunidades pequeñas” (¿CEBs?) ¿Cómo podemos quejarnos que tanta gente de nuestro pueblo sencillo busque todo eso en las congregaciones pentecostales que tiene a pasos de su casa, integrados (y a menudo pastoreados) por hombres y mujeres de su cercanía cotidiana? ¿O es que lo que teme cierta Jerarquía católica es simplemente que los pobres vayan accediendo “en la Iglesia” a su mayoría de edad, y pasen a ser en la misma Iglesia sujetos activos?
La sorpresa no ha sido primera y directa sobre lo que se cambió sobre las CEBs, sino el hecho de haber cambiado un texto votado por el episcopado en Asamblea General [13]
1. Carta a los obispos que participaron de Aparecida
De cara a eso los asesores de CEBs del Continente, reunidos en Santo Domingo, República Dominicana, escribieron una carta a sus obispos, particularmente a los que votaron en Aparecida.
Santo Domingo, 28 de Júlio de 2007
A nuestros Obispos de América Latina y El Caribe
Reciban nuestros cordiales saludos en Cristo Jesús.
Los y las representantes de las Comunidades Eclesiales de Base de diversos países de nuestro continente reconocemos la presencia del Espíritu Santo en la V Conferencia General celebrada en Aparecida, Brasil, que sigue inspirando al Magisterio colegiado de la Iglesia de América Latina y el Caribe en su búsqueda de fidelidad al Evangelio y al deseo de dar respuesta a las difíciles y urgentes necesidades de nuestros pueblos.
Las Comunidades Eclesiales de Base queremos decirles gracias por haber recuperado el método del ver, juzgar y actuar que caracteriza a nuestra Iglesia. Agradecemos el cariño y apoyo que nos manifestaron en la V Conferencia, ayudándonos a fundamentar nuestra identidad, citando explícitamente el documento de Medellín (15,10) que fue la recepción del Concilio Vaticano II (LG 26); esto fortalece y reconoce el largo caminar de las Comunidades Eclesiales de Base en nuestras Iglesias locales.
Les agradecemos la manera pastoral y paterna en que retomaron la opción por los y las pobres, en sintonía con el Magisterio del Papa Benedicto XVI, como parte intrínseca de la fe en Jesucristo. Al agradecerles esta sensibilidad hacia las y los pobres y excluidos, los sentimos a Ustedes mismos deseando ser discípulos-misioneros de Jesús, preocupados como El, de que nuestros pueblos encuentren vida y vida en abundancia (Jn. 10,10; Mc. 6, 34-44).
Junto con este agradecimiento queremos manifestar nuestra profunda preocupación y desconcierto, al constatar que el documento final de Aparecida, aprobado por unanimidad, ha sido modificado de manera que no sólo son cambios al documento sino un cambio de documento. Esto nos hace sentir que se pone en entredicho el Magisterio colegiado de los Obispos de América Latina y El Caribe. Nos preocupa que las orientaciones del Concilio Vaticano II, que acogimos como palabra del Magisterio para la Iglesia Universal, hayan sido vulneradas, afectando la subsidiariedad de las Iglesias locales.
Nos entristece el atropello al trabajo realizado por ustedes en Aparecida, que afecta al conjunto de la Iglesia Latinoamericana y Caribeña y especialmente a las Comunidades Eclesiales de Base, anulando su identidad eclesial y su originalidad. Además, se ha modificado la expresión de estima y la declaración de apoyo que Ustedes nos manifestaron en el documento de Aparecida, transformándose en advertencias y amonestaciones a las Comunidades Eclesiales de Base, ignorando el proceso de los últimos 25 años.
El Departamento de Parroquias y Comunidades Eclesiales de Base del CELAM nos convocó, en Quito, en agosto 2006, como representantes de las Comunidades Eclesiales de Base, para dar nuestro aporte, y ahora, con la misma confianza, les expresamos nuestra preocupación.
Reafirmamos la solidaridad con nuestros pastores, apoyando su palabra como Magisterio colegiado de los Obispos de América Latina y El Caribe y esperamos que el documento conclusivo original sea recuperado y que no se pierda lo que ustedes aprobaron.
Sabemos que, en otras ocasiones en que esto mismo ha sucedido, hubo una rectificación, como fue el caso de la alteración, por la comisión de redacción, de una pequeña frase en la Gaudium et Spes, cuando esa Constitución ya había sido aprobada.
Anexamos estudio comparativo de la versión de los dos documentos.
Pedimos a María, que nos acompaña siempre, los bendiga e ilumine en su servicio, como pastores del pueblo de Dios.[14]
2. Lo que parece claro y preguntas que se quedan
1. Agregando, quitando palabras, sustituyendo textos, se llamó la atención sobre las CEBs y se quedó la sospecha y hasta la convicción de que entonces, ellas deben ser algo importante y que tiene incidencia, no solo en la vida social sino que también en la eclesial… caso contrario, se habría dejado pasar el texto votado por los obispos, sin mayores cuidados de cambiarlo como se ha hecho transformando su estilo pastoral en un estilo más moralista y disciplinar.
Quedan preguntas:
3. ¿Cómo justificar que no estamos de cara a correcciones de un texto, sino con OTRO texto sobre CEBs, ya que en él han sido introducidos o retirados puntos importantes que no han sido votado por los obispos?
4. El punto fundamental que se queda y necesita ser aclarado es sobre: quienes y cuando se hicieron los cambios arbitrarios en la redacción aprobada por el episcopado. - ¿Como seguir validando, en el futuro, el magisterio de los obispos de las Iglesias de América Latina y Caribe, reunidos en Asamblea General?
5. - ¿Por que sacaron expresiones de apoyo, como las del n. 194?: “Queremos decididamente reafirmar y dar nuevo impulso a la vida y misión profética y santificadora de las CEBs, en el seguimiento misionero de Jesús. Ellas han sido una de las grandes manifestaciones del Espíritu en la Iglesia de América Latina y El Caribe después del Vaticano II – Y del n. 195 – “….Después del camino recorrido hasta ahora, con logros y dificultades, es el momento de una profunda renovación de esta rica experiencia eclesial en nuestro continente, para que no pierdan su eficacia misionera sino que la perfeccionen y la acrecienten de acuerdo a las siempre nuevas exigencias de los tiempos”. En ambos números, hay expresión de acogida y deseos de acompañar las CEBs... Y ¿eso ha sido substituido por generalizaciones de hechos aislados de unilateralismos o debilidades de quienes abren camino de algo nuevo?
6. ¿Por qué afirmaciones de apoyo y acompañamiento, fueron sustituidas por sospechas, acusaciones y clara manifestación de antipatías?
7. ¿Por qué hubo tanta insistencia en desmoralizar las CEBs, en la mejor de las hipótesis, reduciéndola a un movimiento o programa transitorio, y en la peor, dejando la clara perspectiva que ya no deben tener un espacio "confiable" en la Iglesia?
8. ¿Por qué esa misma actitud maximalista no se manifiesta en relación a los movimientos de consabido fundamentalismo y tendencias a crear instancias pastorales y eclesiales paralelas?
9. ¿Por qué se añadió sospechas y acusaciones en relación a la fidelidad al magisterio eclesial, cuando eso no apareció en ningún texto votado de la Asamblea de Aparecida?
3. A tomar en cuenta.
También se sabe que no siempre los participantes de las asambleas continentales, representan el caminar de sus Iglesias, sino que tienden a responder según sus experiencias personales, sus simpatías, sus prejuicios… con el riesgo de pensar que toda la Iglesia debe orientarse por sus opciones. Consecuentemente, ¡los disidentes ya se estarían alejando de la verdadera doctrina y tradición de la Iglesia!
Para las mismas CEBs y los que se han comprometido con esa opción eclesial (desde Medellín): obispos, sacerdotes, asesores, miembros de las CEBs - creó una oportunidad providencial:
a) de retomar la identidad original de ellas;
b) de ganar realismo sobre el proceso que tiene sus fragilidades y potencialidades;
c) de hacer evaluaciones más globales y específicas sobre las mismas, estableciendo las correcciones y/o complementaciones que su proceso está pidiendo;
d) ampliar las relaciones con otros grupos afines de la misma Iglesia, como las pastorales sociales, así como con otros cristianos (ecumenismo) y hasta gente de otras religiones (diálogo inter-religioso), que procuran colocar fe y vida juntos, haciendo opción por los más necesitados y las víctimas (pobres;
e) de orientar nuestras evaluaciones no ya en torno únicamente de aspectos puntuales, del caminar cotidiano; como el estilo de coordinación o articulación, etc. pero ahora, mucho más en relación al lugar de las CEBs en el conjunto de la Iglesia y del rumbo que su estilo de vida , ministerio y misión va tomando;
f) de priorizar una formación que no se quede únicamente a nivel de los líderes, descuidando el conjunto de los participantes de esta pequeña célula eclesial;
g) de explicitar más la mística existente en dichas comunidades y que son elemento decisivo en lo que atañe a la continuidad y perseverancia de las mismas;
h) de trabajar el diálogo y una relación más permanente con las parroquias, una vez que no basta proponer red-de-comunidades, sin distinguir los modelos eclesiales que parroquia y CEBs encarnan dentro de la única misión de la Iglesia
4. Y se quedó faltando:
- Aparecida no dio respuestas a aspectos muy importantes de la vida de las CEBs, como: a) el ministerio de coordinación en las CEBs; b) su identidad como nivel eclesial -Iglesia sacramento; c) la Palabra de Dios, su lectura orante y su referencia como fundamento de la fe, junto con el Magisterio (la gran Tradición); d) a la dimensión Eucarística de una pequeña Iglesia; la celebración del Día del Señor en la frecuente circunstancias de la imposibilidad de un ministro ordenado; e) la conexión fundamental con las primeras comunidades del Nuevo Testamento y con el Vaticano II; f) el discipulado misionero de la CEB en la realidad urbana;
- No se trabajó para aclarar la relación de las CEBs con otras pequeñas comunidades eclesiales, con los movimientos, sodalicios y otras expresiones comunitarias de la Iglesia, continuamente mencionadas, pero nunca analizadas e como se distinguen y deben complementarse en una efectiva pastoral de conjunto.
- Los CEBs Latinoamericanas se identifican con lo que el Episcopado brasileño ha enviado para hacer parte de la síntesis preparatoria a Aparecida, por expresar lo que ellas han buscando siempre en su proceso. ¿Por qué ese aporte ha sido descartado del documento de síntesis y por qué, cuando se consiguió colocarlo en la cuarta redacción votada y aprobada, se lo retiro del texto "corregido" por el Vaticano?
5 - Y ahora ¿qué?
Los documentos tienen su importancia, pero la vida va más allá de ellos.
Las CEBs, tanto en la Iglesia como en la sociedad, son al mismo tiempo, señal y comienzo - semilla y fruto - de lo que anuncian. Por eso, su originalidad es más amplia que los documentos circunstanciales, que aportan orientaciones válidas, pero que no agotan el dinamismo del Espíritu. Son como una foto que capta un momento, pero no congela la vida. Lo que es de Dios, si es de Dios, nadie lo va a detener definitivamente. Más bien hay que estar atento a la advertencia de Gamaliel - "Si su proyecto o su actividad es cosa de hombres, se vendrán abajo. Pero si viene de Dios, ustedes no podrán destruirlos, y ojalá no estén luchando contra Dios" (He 5,38b-39)
Entonces "hay que seguir andando, no más"… como lo decía proféticamente el obispo mártir de La Rioja, Mons. Enrique Angelelli. Seguir aprendiendo de lo vivido: sueños, éxitos, errores, búsquedas todavía no completadas.
El desafío que permanece y a todos de la Iglesia, nos toca asumirlo, es: - Cuál va a ser el alcance misionero de lo que Dios ha comenzado con las CEBs? ¿Cuáles son las tareas que se les quedan? Como van a seguir en adelante, unidas a sus pastores y fieles a la comunión y misión eclesial sin abdicar de lo evangélico que ya está en su vida y a veces, es distinto de las experiencias de otras instancias o expresiones eclesiales ?
Considerando el conjunto del evento Aparecida, dos opciones se hicieron urgentes, y las estamos asumiendo:
1. 1ª) Valorar y asumir todo lo que ha sido positivo en la vivencia de la Asamblea de Aparecida y en su documento, a pesar de las limitaciones denunciadas. Se trata de rescatar y afirmar claramente lo que es expresión de nuestra fe y comunión eclesial.
2. 2º) Seguir fieles a la identidad original de las CEBs: - gracia de Dios que rehace el nivel de base eclesial; en un modelo teológico-pastoral más en sintonía con las primeras Iglesias del Nuevo Testamento; y con el Vaticano II (Iglesia Sacramento, Pueblo de Dios, Reino de Dios, comprometida con los pobres… cf. Principalmente: Nros. 1, 8, 9, 12,26 y actúa como fermento evangélico en la sociedad – Gaudium et spes.
· Lo positivo de aparecida
La decepción que nos llegó por los cambios posteriores, en el Documento aprobado por los obispos, particularmente en relación a las CEBs, no debe oscurecer y perder lo mucho que se ha caminado con la 5ª.Conferencia y que estamos asumiendo:
1. En cuanto a la asamblea
- El contexto fue más fraterno y abierto que en las asambleas anteriores: hubo posibilidades de que cualquiera pudiera acercarse con libertad a los participantes que estaban hospedados en hoteles y no en un local cerrado y aparte.
- Había acceso al proceso de la Asamblea a quienes deseasen, vía internet.
- La Amerindia- asesoría de teólogos, biblistas y de otras ciencias, ubicados fuera de la Asamblea, fueron reconocidos como una mediación válida.
- En el conjunto del proceso de Aparecida hubo intentos aún que con resistencias, de retomar el caminar Latinoamericano (la inspiración creadora y profética de Medellín, la cercanía a los pobres declarada en Puebla, el protagonismo de los laicos e inculturación, de Santo Domingo, las CEBs etc.).
- Se retomó el método de ver, juzgar, actuar comunitariamente Sin embargo no hubo concatenación entre los tres pasos, expresando como el JUZGAR (Pensar), iluminaba el VER, y como, finalmente el ACTUAR estaba en íntima unión con los dos pasos anteriores.
- No se puede dejar de mencionar las Tiendas de los Mártires (CEBs y Pastorales Sociales, la de los Religiosos (as), la Romería de las CEBs, expresiones de sectores del Pueblo Dios que querían con su presencia, decir a los Obispos que lo que estaba aconteciendo era importante para ellos, al mismo tiempo que estaban haciendo visible el caminar eclesial de la base.
2. En cuanto al documento
En su conjunto, está mejor logrado que sus textos anteriores (documento de trabajo y de síntesis). No es una corrección del "documento de síntesis", sino es un "nuevo documento". La ventaja es que fue el "documento de la conferencia" y la desventaja ha sido el eliminar todo el proceso anterior de consulta a las Iglesias.
Temas que no estaban en el documento de síntesis, en este texto han sido retomados: las CEB (a pesar de las correcciones y agregados mencionados), la opción preferencial de los pobres, aparecen bastante en la 4ª. Redacción, y en gran parte permanecen en el texto aprobado por Roma.
Hay intentos de continuidad con los documentos de las conferencias anteriores (Medellín y Puebla). La línea de "restauración" (conservadora) de la Iglesia no ganó todo el documento, pero si, varias partes del. Todo llevaba a pensar (¡y nos equivocamos!) que no le cambiarían muchas cosas a la redacción final aprobada por los obispos, por la correlación de fuerzas que se dio en la asamblea.
- Muy bueno el aspecto bíblico, particularmente en torno a los Evangelios.
- Hay la presencia de palabras centrales del cuadro de referencia bíblico-teológico como: Reino, Pueblo de Dios, Comunidad, (CEB), pobres, servicio y misión. Hay menciones sobre la relación entre Reino - Iglesia - Trinidad.
- Insistentemente se habla de parroquia, red-de-comunidades, sugiriendo que se comience pronto con configurar la parroquia en sectores.
- Mención de algunos temas nuevos en el campo social: medio ambiente y la bioética. La ecología es indicada como área de compromiso de la humanidad y de la Iglesia.
- Se habla en varias partes del documento de los rostros de los pobres: migrantes, las víctimas de la violencia, las personas que viven en la calle, los rostros de los adictos dependientes, los rostros de los presos. etc.
- Los nuevos protagonistas a ser reconocidos: los indígenas, los afro-descendientes y los migrantes.
- Se reconocen a los mártires de AL y el Caribe aún que de manera genérica.
- Se insiste en una formación con los "acontecimientos de la vida".
Como ya mencionamos, aparecen temas sobre los cuáles los documentos anteriores no fueron tan explícitos como: el del Reino, diálogo ecuménico e inter-religioso. Otros que solo fueron mencionados o, no fueron tocados como: la preocupación por el medio ambiente, los afro-descendientes y la misión, que finalmente cambió de visión y de destinatarios (no nace de la preocupación por las sectas; no es proselitista y que la Iglesia es misionera, fundamentalmente por su testimonio.
Una esperanza en el horizonte: hay ideas que están haciendo camino en los textos de los Obispos, como la opción por los pobres, los rostros de las víctimas , los nuevos sujetos, el compromiso social-político, los derechos humanos y la teología de la liberación…
3. En cuanto a las CEBs
Las CEB: a pesar de los cambios mencionados en el texto que se volvió como oficial, hay suficientes referencias para seguir trabajando. Al hablar de ellas se cita Medellín. Se les reconoce, indirectamente, como nivel de Iglesia. Son expresión visible de la opción preferencial por los pobres.
Desapareció la frase que decía que eran "instrumentos de formación y evangelización y punto de partida para la misión continental permanente" pero se habla en otras partes de ellas (sin el calificativo de base), que son lugares de experiencia cristiana y de evangelización. A través de ellas se puede llegar a los alejados.
No hay que esperar que los cambios vengan por un texto únicamente. Hay que trabajar desde abajo con osadía y ser actores creativos.
4. Tareas que quedan.
La tarea de las CEBs, como antes y siempre es de: Resistir, Renacer, Sorprender, Desafiar, Incidir
5. Resistir
Las CEBs aparecen históricamente en el cuadro de la Iglesia del siglo XX, en primer lugar no
¿Como respuesta a una coyuntura socio-política (aun cuando esas hayan sido condicionantes) sino, más bien como una exigencia teológico-pastoral? Ellas nacen como pequeña célula eclesial, no como movimiento inter eclesial, o meramente laicales. Surgen como una nueva expresión del ser y del conjunto de la misión de la Iglesia. Las CEBs, por razones de urgencias y de exigencias históricas, acentúan (sin exclusivismos) ciertos aspectos de militancia eclesial. Pero, ante todo son un acontecimiento cualitativo, viven una mística Trinitaria:
- comunidad (discípulas de Cristo) misionera (docilidad al Espíritu), para que el mundo tenga vida en abundancia (Reino del Padre). Por su propia originalidad, configura un nuevo modelo eclesial.
- Por todo eso, en la práctica, las CEBs resisten:
1. A ser Iglesia paralela. Al contrario, siguen perseverantemente buscando a los pastores.
2. A separar la fe de la vida y a no comprometerse con la transformación de las estructuras.
3. A dejar a los pobres. El compromiso con los pobres estará siempre presente en la vida de ellas.
4. Desde sus inicios, mucho más en línea de concientización-liberación que de asistencia, o promocional (si bien que estas tampoco pueden ser excluidas).
5. A tergiversar sobre la meta del Reino
6. A colocar en segundo plano la vocación de la Iglesia de ser una comunidad misionera
7. A dejar de lado su responsabilidad profética y de transformar las estructuras
8. A renunciar a la esperanza de que un mundo distinto y un nuevo modelo de Iglesia son posibles y urgentes.
6. Renacer
El teólogo padre José Comblin en articulo "A Igreja e o mundo dos excluidos", afirmaba: "Las CEBs, lejos de estar superadas, son más actuales y más necesarias que jamás - pero no las que estamos conociendo. Son necesarias otras, nuevas, que nazcan de los verdaderamente excluidos. Las CEBs, como todas las instituciones de Iglesia, necesitan ser fundadas de nuevo para ser fieles a su programa. Fundadas por nuevas personas, con nuevos miembros que pertenezcan realmente a los nuevos excluidos..."
No se trata de negar la identidad de las CEBs hasta hoy vivida y buscada, sino más bien de abrirlas a diferentes estilos (modelos).
Las CEBs van resurgiendo como una exigencia misionera de llegar como Iglesia, más allá de donde llegan las presentes estructuras eclesiásticas. Por eso implican, a medio y a largo plazo, una reestructuración eclesial. Son ellas mismas, una nueva expresión de la misión de la Iglesia. No son un evento o un programa, sino más bien un proceso.
Concretamente las CEBs renacen:
- . Con el Movimiento Bíblico, especialmente como Lectura Orante de la Palabra de Dios,
- . Con el despertar de la conciencia de ciudadanía, la reconstrucción del tejido social, a partir de expresiones de la base y la tarea ecológica.
- En el encuentro con las culturas - indígena, africana y con los migrantes
- . En el desafío del multiculturalismo;
- . En el desafío del urbanismo, cada día más destructor de la identidad cultural y de las referencias de fe de la gente, caracterizado por la permanente movilidad y “provisoriedad”
7. Sorprender
Sorprender por lo creativo y profético que manifiestan:
1. En su punto de partida: la constante relación con la vida y con la gente en su cultura y realidad, en su historia y valores, tomada como sujeto colectivo y privilegiado.
2. En su objetivo: El Reino de Dios en sus cuatro dimensiones integradas: personal, social, eclesial y escatológica;
3. En su método teológico-pastoral que trabaja con algunas preguntas referenciales decisivas: ¿Donde está la gente-en la realidad social? ¿Dónde está Dios? ¿Donde está la Iglesia? Donde estamos nosotros como CEBs? ¿Donde tiene que estar nuestra comunidad y cada uno de nosotros hoy en la coyuntura social y religiosa?
4. Esa metodología desarrolla una participación corresponsable y propicia a la formación de una conciencia crítica de la comunidad, particularmente en relación a su vida y misión.
5. En su ministerio colegiado que incluye siempre la presencia femenina
6. En su configuración, porque viven con un mínimo de estructuras y máximo de vida. No cuentan con ministros de tiempo integral, no tienen sólida base económica, no construyen edificios propios. Autofinancian sus encuentros y es costumbre que se compartan entre todos los gastos de viaje cuando se desplazan para reuniones diocesanas, regionales o nacionales.
7. Sin recursos económicos, tienen los mejores asesores, en Brasil, Chile, México, Argentina, Paraguay, Bolivia, Honduras, Nicaragua, El Salvador, etc. que están presentes con su testimonio y aportaciones, confirmando el caminar, fundamentando lo y ayudando a proyectarlo.
8. En su manera de manifestar y vivenciar al Dios de Jesús, más cercano en su caminar histórico, que nunca les pone punto final cuando la fragilidad y el pecado acontecen, que sigue apostando en todos (as) sin distinción.
8. Desafiar
Como las CEBs se encuentran en la frontera entre la institución eclesial y "los otros", traen en si semillas de respuestas no teóricas, sino vitales, a lo que está siendo desafió a todos los credos:
- ¿Tiene futuro la religión en un mundo globalizado? Los eventos terroristas, son un cuestionamiento.
- ¿Se puede esperar que la fe religiosa, las Iglesias sin proselitismos, sean mediadoras de la comunión entre los pueblos?
Las CEBs comprueban que eso será posible desde un micro proceso en cadena sin el cual los macro procesos se pierden.
9. Incidir
Las CEBs, en efecto:
1. Cruzan las fronteras de la institución eclesial.
2. Crean un sujeto eclesial laical colegiado
3. Restablecen la sana tradición del "sensus fidelium" (LG 12)
4. Establecen un contacto privilegiado con la vida (lenguaje, lugar, cotidianidad, eventos, símbolos, acciones, contactos) desde los fieles no desde los lideres, precisamente porque son las raíces más finas y VULNERABLES de la estructura eclesial,
5. Se mueven contra-corriente, porque mientras el macro proceso de la globalización es económico y culturalmente excluyente, las CEBs son incluyentes posibilitando vivir la ciudadanía tanto eclesial como social.
Las CEBs son primicia y señal del Reinado de Dios. Como Iglesia, están para quedarse.
(Tercera parte)
1. ¿Hay futuro para las CEBs?
Los grandes desafíos eclesiales contemporáneos hacen ver que el problema fundamental no es el FUTURO DE LAS CEBS sino el de la misma Iglesia.
Hay que colocar la pregunta de fondo, porque las respuestas que no llegan a las causas son inadecuadas: - ¿Hay futuro para el modelo Iglesia que las CEBs expresan?
Si las CEBS no son la célula inicial de estructuración eclesial, de la Iglesia como sacramento (LG 1, 8, 9, 12, 26), ¿qué lo es?
De muchas partes se comienza a preguntar, sin ningún riesgo de seccionar el cuerpo eclesial, si no sería ya la hora de abrir nuevos polos de dinamismo eclesial, con suficiente autonomía y descentralización. Si ellos no permitirían al cuerpo eclesial mayor agilidad y capacidad de llegar donde la estructura parroquial, diocesana no ha conseguido hacerse presente como fermento evangélico e instancia de diálogo. Esas voces "van en la contra-mano, del tráfico eclesial", según la expresión de Carlos Mesters. Son mensajes que navegan contra viento y marea. La frase de Paulo Suess es oportuna: - Pece vivo sube el rio; los peces muertos bajan con la corriente. El teólogo José Ratzinger, hace 25 años, escribía: “No todo lo que existe en la Iglesia tiene que ser considerado automáticamente tradición legítima, o sea, no toda la tradición que surge en la Iglesia es realización y actualización del misterio de Cristo, sino que, junto a la tradición legítima, existe también una tradición desfigurada” – “Por lo tanto no se trata ahora de asumir nuevos modos socioculturales de explicación de un depósito completo en la conciencia eclesial desde los tiempos apostólicos, sino de una nueva comprensión reflexiva” [15]
En los últimos 15 siglos el centro era la Iglesia universal, ahora se reconocen las Iglesias Particulares como verdaderas Iglesias donde se hace presente todo el misterio de Cristo”.(Juan Manuel Hurtado, articulo: El Pueblo de Dios, noviembre 2011.
En ese contexto, algunas características de las CEBs presentes o futuras, se van tornando evidentes:
Las CEBs o son multiculturales y flexibles o van a desaparecer.
No serán solamente pluralistas, sino multiculturales y flexibles para acoger miembros de las diferentes culturas y de variadas experiencias religiosas. Mons Thomas Dabre (obispo de India) en un encuentro de diálogo entre las CEBs a nivel mundial, hecho en Cochabamba, Bolivia decía: " en India nadie puede ser obispo sino es persona multireligioso."
Se puede parafrasear: Las CEBs si no asumen la multiculturalidad y multireligiosidad de nuestro contexto hoy, en todo lo que atañe su eclesialidad, no crearán una expresión de Iglesia sin exclusión y que responda al mundo de hoy.
1. La originalidad de las CEBs ha sido la de: - traer la realidad de la vida al cotidiano de la Iglesia y de llevar la fe a la vida, exigiendo coherencia de la vida individual, comunitaria, política, etc., con el proyecto de Dios, el Reino; - hacer que la gente común y no solamente los líderes sean los que dialogan con la sociedad. La centralidad de las decisiones ha sido sustituida por la colegialidad que debe ser característica de todos en la Iglesia; - Educar para la corresponsabilidad solidaria con toda gente en una constante apertura hacia la vida.
2. La pequeña comunidad será una experiencia y una escuela donde la gente aprende a tomar parte de manera sistemática y crítica en todas las etapas de su proceso social y eclesial (en la planeación, ejecución, evaluación, en todo lo que atañe al bien común.
3. La comunidad es sujeto eclesial: siendo canal privilegiado para la expresión de lo que se denomina el "Sensus Fidelium" (LG 12), o sea la tradición viva de fe de los creyentes, dimensión que, al lado de lo Bíblico-Revelado y del Magisterio, no pode faltar a la Iglesia, manifestando que la fe es una aventura comunitaria y que el seguimiento de Jesús así como la misión son tareas colegiadas.
4. Las CEBs estarán al frente de un área geográfica o funcional. Allí tendrán la responsabilidad de contactar, conectar y articular a los bautizados católicos ayudando a recuperen su densidad cristiana.
5. Mas que una nueva estructura exitosa, es un modelo de permitir que la gente sea Iglesia y no solamente los clérigos o los que tienen algún ministerio eclesiástico
Ellas permiten a los bautizados asumir las referencias fundamentales de su Fe y misión, privilegiando: un lenguaje religioso más popular; la pasión por la Biblia, estudiada y rezada en comunidad y tomada como referencia importante para las decisiones comunitarias.
Su agenda es la vida y el servicio a los más carentes y no solamente las fechas del calendario eclesiástico (cincuentenarios, campañas económicas, etc.).
Las CEBs o mantienen su opción por los pobres, o dejaran de ser evangélicas.
Los bautizados tendrán así, una pertenencia más global a la Iglesia como sacramento no tanto por la participación en algunos de los sacramentos o culto dominical sino por el hecho de ser miembros de la Comunidad de Jesús.
Las CEBs son pensadas como un micro proceso en cadena: red-de-comunidades.
Las CEBs por naturaleza son racimos y red. Comprueban la absoluta necesidad del micro proceso, pero no lo piensan aislados, sino en cadena.
El micro proceso concentra la Iglesia, pero no la agota. Descentraliza geográfica y ministerialmente, sin dispersarla.
La mujer, los jóvenes, los migrantes, ganarán un espacio en la coordinación de células eclesiales en nombre de la Iglesia
Las CEBs tendrán la responsabilidad de un ecumenismo práctico respuesta a la situación siempre creciente de familias que se quedan divididas por las diferentes opciones de pertenencia de sus miembros a diversas tradiciones cristianas.
El hecho de irse a las fronteras (ecumenismo, diálogo religioso) y ahí poner "su residencia", no debe ser un hecho raro, sino el estilo misionero habitual de las comunidades. La frontera, donde no basta la estructura de la institución, porque lo que cuenta es la vida. La frontera que "duele" porque deja inseguro, vulnerable, limitado. Pero, como dice una mujer de Quilmes, en la periferia de Buenos Aires: - La frontera es un lugar impresionantemente rico. Provoca una participación eclesial y política que no es una participación cualquiera, sino la de la frontera, donde hay que crear respuestas nuevas, a problemas nuevos, con gente que es "nueva" en la institución”.
Conclusión
Lo que no es de dios no sobrevivirá.
Muchos eventos dramáticos de nuestra época - 11 de Septiembre, la guerra del
Irak, Afganistán, la revolución en Egipto, Libia… manifiestan como la religión y la teología subyacen a los principales conflictos mundiales... La importancia de la religión fue quizás completamente olvidada por los estrategas de las políticas mundiales" Y ahora todos sufren las consecuencias de eso.
En el panorama mundial ya se manifiestan tendencias que van afectar el futuro de la Iglesia y consecuentemente, de las CEBs: expansión masiva del modelo capitalista liberal que no será solamente hegemónico, sino que llegará a ser criterio de seguridad nacional y personal. .
Una conciencia ingenua y alienada va siendo impuesta y triunfará. Ella va a colocar criterios y propuestas nada evangélicos y que van a destruir la paz, la convivencia harmoniosa de los pueblos, por ejemplo:
1. Pueblos, razas, eventos serán interpretados con el criterio simplista de "buenos y malos", "occidente y Oriente", "ciudadanos y extranjeros", "fuerzas del bien-orden-paz y terroristas".
2. La humanidad no conocerá neutralidad o medios términos: "o aliados o enemigos".
3. Las confesiones religiosas que no hagan parte del sistema, serán consideradas colaborando con los adversarios (los malos que deben ser exterminados).
4. El sistema dominante se volverá más represivo. Estará legalmente autorizado a ejercer vigilancia constante no solamente sobre las acciones, sino también sobre las palabras y pensamientos de los ciudadanos y sus asociaciones, religiosas.
5. El miedo del terrorismo va a generar mutua vigilancia entre las personas, dentro de las mismas familias y la auto-vigilancia que cada quien comenzará a ejercer sobre su propia vida. La vigilancia va a caer fuertemente sobre personas y grupos religiosos de cultura diferente y minoritaria. El ecumenismo y el dialogo religioso van a retroceder.
6. El fundamentalismo tocará el área jurídica e religiosa, no solamente fuera de la Iglesia católica. La ética y la religión serán domesticadas. Cualquier pregunta o duda será pronto interpretada como infidelidad, subversión, amenaza.
7. De cara a la impotencia de cambiar macro realidades, en un sistema que tiende a ser policiaco y al mismo tiempo alienante, aumentará la búsqueda de soluciones milagrosas y la explotación de la religiosidad popular. Las religiones van a alejarse de los problemas reales y buscar esferas "espirituales" distantes de la vida cotidiana.
8. El clima será propicio para centralismos de derecha. Las decisiones serán de las autoridades mayores. Tendrán como criterio decisivo lo económico (la bolsa de valores, el bien estar económico de los países vencedores). La gente, por supuesto, no aspirará a ser sujeto de la historia.
10. Sin embargo
Lo positivo será mayor (Ro 5,20; 1Cor 10,13; Heb 4,15-16)), pero pasando por la prueba (1Jn 5,5). Los procesos son muy lentos, es Dios quien lleva el ritmo de los cambios. Eso pide paciencia histórica e invita a convertirse a la presencia del Espíritu.
“De la crisis de hoy, también de esta vez surgirá en el futuro una Iglesia que ha perdido mucho. Ella será pequeña y en gran parte deberá comenzar desde el inicio. Ella no tendrá tantos fieles para ocupar los espacios de muchas de las construcciones que fueran hechas en el periodo del gran esplendor, debiendo al número pequeño de sus adeptos. Ella perderá mucho de sus privilegios que ha conquistado en la sociedad. Al contrario, que lo ocurrido hasta ahora ella se presentara mucho más fortificada como comunidad de voluntarios, que solamente se hace accesible por la decisión libre y personal de sus miembros. Como comunidad pequeña, ella pide mucho más de la iniciativa de sus miembros y conocerá también ciertamente, nuevas maneras del ministerio ordenados e invitará a los laicos profesionales al sacerdocio ministerial. En muchas comunidades pequeñas, y en otros grupos sociales semejantes, la evangelización será hecha de esa manera. Claro es que el sacerdocio oficial será indispensable.
Más aún, en todos estos cambios que podemos sospechar que han de acontecer en la Iglesia, o pienso que ella encontrará nuevamente y decididamente su lugar esencial en lo que siempre ha sido su núcleo central: la fe en Dios Uno y Trino, en Jesucristo el Hijo de Dios hecho hombre, y en la asistencia del Espíritu que llega hasta el fin. En la fe y en la oración ella reencontrará su propio núcleo central viviendo los sacramentos como culto divino y no como problema de configuración litúrgica.
Surgirá una iglesia interiorizada que no prevalece del mandato político y tampoco se compromete con la izquierda o la derecha. Ella conseguirá esto con mucho esfuerzo, porque el proceso de cristalización y del esclerozamiento va a costarle también muchas fuerzas. Ella se hará una Iglesia de los pobres y de los pequeños. El proceso será muy difícil debido a los enredos de la estupidez sectaria de aquellos que conservan su soberbia.
Claro está que todo eso demanda tiempo. El proceso será largo y penoso, como muy difícil ha sido el camino hecho por la Iglesia desde los falsos progresismos
Además, después de esto, tendrá que salir del seno de una iglesia interiorizada y simplificada una gran fuerza. Puyes las personas viviendo en un mundo enteramente planificado, estarán inevitablemente en la soledad. Cuando, para ellas, Dios estará completamente desaparecido, ellas experimentaran su pobreza completa y horrible en sus frustraciones. Y encontrarán en la pequeña comunidad de los que creen algo enteramente nuevo, como una esperanza que será una respuesta a todo aquello que ocultamente siempre preguntaron.
De ese modo, me parece seguro que, para la Iglesia estos tiempos inminentes son muy difíciles. Su crisis verdadera está comenzando, tenemos que contar con grandes remesones. Pero es también cierto de aquello que al final va a permanecer, no una Iglesia del culto político, sino la Iglesia de la fe. Ciertamente ella no será la fuerza dominante de la sociedad, como ha sido hasta ahora, sino ella resurgirá y florecerá a la humanidad como patria que ofrece vida y esperanza a quien quiera hasta más allá de la muerte”[16]
Las comunidades cristianas van a explicitar de manera más directa y operacional las dos referencias básicas del cristianismo que son las que precisamente lo hacen universal, punto de encuentro para todos: La primera es la opción por el Dios único, manifestado por Jesús. Dios opuesto al mamón (tener, poder, placer, ídolos de la sociedad neo-liberal globalizada y hegemónica. La segunda, la opción por la causa de los necesitados.
El futuro de las CEBs no es algo que va a caer sobre ellas, sino lo que ellas se proponen cumplir. Para ser fiel a la propuesta de Dios en Jesús, la Iglesia y sus CEBs no podrán evitar las opciones que las esperan.
Como en el famoso romance, Jesús le preguntará a su Iglesia, como cuestionó a Pedro que otra vez se escapaba: - ¿Quo vadis? Al reabrirse del Coliseo, ¿aceptará las nupcias neo-constantinianas resucitando sueños de cristiandad o volverá a las catacumbas?
De Pedro Casaldáliga tomamos los versos:
Es tarde, pero es nuestra hora.
Es tarde, pero es todo el tiempo que tenemos a mano para hacer futuro.
Es tarde, pero somos nosotros esta hora tardía.
Es tarde, pero es madrugada si insistimos un poco
[1] -“Têm sido escolas… recolhem a experiência das Primeiras Comunidades… entretanto… (DAP 178)…; “Juntamente com os grupos paroquiais, associações e movimentos… podem contribuir... não alterar o tesouro da Tradição e do Magistério...(DAP 179); ... com as CEB, existem outras formas de pequenas comunidades... de movimentos, grupos de vida, de oração, de reflexão da Palabra...(DAP 180).
[2] “La vivencia de la comunión a que ha sido llamado, debe encontrarla el cristiano en su comunidad de base.... el esfuerzo pastoral de la Iglesia debe estar orientada a la transformación de esas comunidades en familia de Dios... la comunidad cristiana de base es así el primero y fundamental núcleo eclesial, que debe en su propio nivel responsabilizarse de la riqueza y expansión de la fe, como también del culto que es su expresión. Ella es pues, célula inicial de estructuración eclesial y foco de la evangelización y actualmente factor primordial de promoción humana y desarrollo” documento 15, pastoral de conjunto No. 10
[3] Se renueva la sospecha, recogida por Puebla en un contexto histórico de la secularización y “radicalización ideológica” de “miembros de comunidad y comunidades enteras”. Todo lo cual parece justificar que se deje de lado la “decidida reafirmación” y el “nuevo impulso” que la Vº Conferencia quiso dar a las CEBs en el nuevo contexto de América Latina y el Caribe
[4] CEB en el Documento de Puebla: Sitúa el proceso de la CEB de Medellín a Puebla: Nros. 96, 97, 119, 672, 125, 850, 867, 105, 173, 239, 273, 983, 565, 368, 156, 111, 462, 1309, 629, 1147; Capítulo específico; Situaciones que favorecen el proceso de la CEB n. 648; Señala las dificultades y desafíos para las CEBs n. 98, 262, 111, 630, 628, 627, 462; Explícita su lugar en la estructura eclesial: Capítulo específico sobre CEBs y el n. 261: Trata de su contenido doctrinal: 239, 273, 618, 640, 641, 642, 643, 173, 261, 648, 650, 653, 1147, 96, 629; Puebla asume todo lo dicho sobre CEB en Medellín y en Evangelii Nuntiandi
[5] Idénticas sospechas pueden ser levantadas a propósito de cualquier época de la histórica de la Iglesia, principalmente cuando no se separa el comportamiento de los cristianos “pecadores”, de lo que la misma comunidad eclesial se proponía y como ha buscado sanar sus fallas
[6] Nadie pudo ocultar… las “correcciones” hechas al cuarto documento, por una mano anónima, después del texto haber sido votado por un episcopado reunido en Asamblea general (no se trataba de un sínodo episcopal que es meramente consultivo). Quien hizo “los cambios”, ¿con qué autoridad? – Nunca se buscó aclarar estas preguntas.
[7] “Cristianos comprometidos con su fe, discípulos y misioneros del Señor, como testimonia la entrega generosa, hasta derramar su sangre, de tantos miembros suyos” (DAP 178).
[8] Por eso, las CEBs necesitan de una “autonomía en comunión”, un espacio vital para moverse contando con el apoyo de la gran Iglesia parroquial y diocesana
[9] Con este esquema, Puebla escribió su Tercera Parte: La Evangelización en la Iglesia de América Latina, Cap. 2, a partir del n. 617
[10] En la lógica de esta posición, la CEB en Puebla aparece en todos los capítulos principales, porque siendo Iglesia básica, ofrece la nueva perspectiva del modelo eclesial, por eso tiene que ser considerada en la catequesis, en la liturgia, en lo social, en la responsabilidad de los laicos, en la formación religiosa, en los seminarios, etc.
[11] CEB en el Documento de Puebla: Sitúa el proceso de la CEB de Medellín a Puebla: Nros. 96, 97, 119, 672, 125, 850, 867, 105, 173, 239, 273, 983, 565, 368, 156, 111, 462, 1309, 629, 1147.; Capítulo específico; Situaciones que favorecen el proceso de la CEB n. 648; Señala las dificultades y desafíos para las CEBs n. 98, 262, 111, 630, 628, 627, 462; Explícita su lugar en la estructura eclesial: Capítulo específico sobre CEBs y el n. 261; Trata de su contenido doctrinal: 239, 273, 618, 640, 641, 642, 643, 173, 261, 648, 650, 653, 1147, 96, 629; Puebla asume todo lo dicho sobre CEB en Medellín y en Evangelii Nuntiandi
[12] Este texto tiene varios autores, nació en el encuentro de asesores de CEBs, realizado en Santo Domingo, poco después de la conclusión de la 5ª. Asamblea General del Episcopado, en Aparecida.
[13] ¿Cuando algo semejante, en tiempos de pos Vaticano II, aconteció con un documento de Episcopados como alemán, francés, holandés, belga? Y ¿porque al Latino Americano y Caribeño, “SI”? En América Latina y otras partes del Mundo, varios periódicos publicaron notas sobre el tema.
[14] P. Luiz Ceppi - Brasil; P. Alwin Nagy - Argentina; Sergio Cárdenas - Chile; P. Juan Hopkinson - Bolivia; P. Simón Gutiérrez - Bolivia; Marta Boiocchi - Haití; P. Anibal Zilli - Haití; Hna. Neuza Lovis - Haití; P. Petyel Lainesca - Haití; Anné Beltré - Rep. Dominicana; Hna. Consolación Correa - Guatemala; Carlos Herrera - Guatemala; Víctor González - Guatemala; P. César Espinoza - Panamá; Hna. Socorro Martínez M. - México; P. Domingo Guarino - México; P. José Sánchez S. - México; Hna. Teolide M. Trevisán - Brasil; P. José Marins - Brasil; Hna. Teresa López - México; P. Jit Manuel Castillo - Rep. Dominicana.
[15] Ratzinger, J. Fe y Futuro. Y Lexikon für theologie und Kirche 13, Freiburg, Herder, 1986 – Comentario a Dei Verbum 8, p.519.
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