Queridos amigos Teo y Maríns:
Me alegro recibir su carta y lo que me
comentas de mis envíos. Y gracias por compartirme que esa iniciativa de la
Reflexión sobre las amenazas y debilidades de las CEB te la está pidiendo
Socorro y es como a nivel Continental.
No sé para cuándo quieres la respuesta. En el
Equipo Animador de las CEB de acá vamos a estudiar más profundamente el folleto
de los compromisos del Encuentro Latinoamericano CEB y creo que ahí saldrá mucho
de lo que preguntas. Lo vamos a estudiar con más calma y ya le dimos una primera
vuelta. Un problema concreto para mi es que el día 22 salgo para México y
regreso hasta después de 20 días, y quería enviarte no sólo lo que pienso, sino
lo que vemos como Equipo.
De todas maneras quiero decirte una primera
reacción que me brota y que curiosamente encontré también en un escrito de
Comblin que me llegó estos días. Creo que una amenaza muy concreta para las CEB
es el afán que hay en muchas partes de ser reconocidas e incorporadas a las
parroquias. No digo que esto sea malo, pero corre el riesgo y es una amenaza
porque pueden quedar sometidas o supeditadas ellas y su carisma a la
organización parroquial y volverse un grupo más entre otros
grupos.
Igualmente está lo que ya has señalado tú
también y que yo puse en un artículo: está el querer asimilarlas a las pequeñas
Comunidades. Te acuerdas que yo escribía. Las CEB son pequeñas Comunidades, pero
no sólo pequeñas Comunidades. Y me llama la atención que en Guatemala que suelen
ser muy lúcidos, en su encuentro nacional pusieron el último año Encuentro
nacional CEB y pequeñas Comunidades.
Esto es lo que encontré en
Comblin: Las
CEBs fueron reconocidas por la jerarquía latinoamericana, pero no consiguieron
estatuto jurídico, porque siempre fueron vistas con desconfianza por Roma,
imaginando que fuesen una infiltración marxista de la lucha de clases en
la Iglesia. En
efecto, a partir del momento en que los pobres son vistos como sujetos activos,
renace la desconfianza de que esto es lucha de clases. ¡Los buenos pobres son
los pobres bien comportados y agradecidos!
Con el
correr de los tiempos, se vio que las CEBs habían sido sólo una etapa en la
búsqueda de una Iglesia de los pobres, pero aún no eran la Iglesia de
los pobres. Las CEBs dieron un paso fundamental. Frente a la resistencia actual
del clero y de la voluntad de muchos de volver atrás, necesita afirmar el valor
de este paso y buscar “más allá de” y no “más acá de”.
Las
CEBs se parroquializaron y, como consecuencia, perdieron el contacto con los más
pobres 207. El ritmo parroquial supone nivel cultural más elevado,
más exigente, más organizado. Las CEBs fueron constituidas de pobres, pero ya no
son más de los más pobres. No entran en ellas los excluidos. Los que de ellas
participan son los pobres que ya lograron un mínimo de estabilidad en la vida.
En lugar de avanzar más para los pobres, las CEBs se cierran en un cierto nivel
cultural que corresponde a una élite entre los pobres. Como siempre ha ocurrido
en la historia de la
Iglesia , el nivel social y cultural de las instituciones
fundadas para los pobres o por los pobres, sube. y los pobres quedan
postergados. Para que las CEBs puedan volver a los orígenes, necesitan volver
hacia los más pobres y recomenzar a partir del nivel mucho más simple de los
pobres.
A la medida en que las CEBs adoptan el programa de
actividades de las parroquias, no ofrecen más interés para los pobres. Las CEBs
ya dieron respuestas eficaces a los pobres, y continúan respondiendo
parcialmente bien, pero corren el peligro de caer en el formalismo y en la
mediocridad. Puede fácilmente ocurrir lo que pasó con varios institutos
religiosos fundados para el servicio de los pobres que, después de un siglo,
están zambullidos en la cultura burguesa.
Sin embargo, el actual
desprestigio de las CEBs entre el clero no viene de sus insuficiencias para
atender a los pobres. Lo que ocurre es que el clero volvió a olvidarse de los
pobres. Las instituciones que actualmente prevalecen en la Iglesia , son los
“movimientos”, prácticamente todos de clase media y con buen patrón de vida. No
tienen nada contra los pobres, pero se olvidan de ellos 208.
Hay aquí un fenómeno de asimilación al modelo neoliberal dominante. En la época
del “estado de bienestar” era doctrina política oficial la necesidad de
redistribuir y de asegurar a los más pobres un nivel de vida mínimo. En el
liberalismo esto es considerado perjudicial. Los neoliberales preconizan la
supresión de la ayuda a los pobres, pues sería contraproducente. En lugar de
resolver el problema de la pobreza, dicen ellos, la ayuda la alimenta; no
estimula a los pobres a salir de su pobreza, sino que estimula la pereza
209. Desde
Reagan, a lo largo de la década de los 80, la doctrina dominante en Estados
Unidos es la de que es necesario reducir los gastos sociales 210
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207 Puede ser que este diagnóstico
no tenga igual valor en todas las regiones d e Brasil. Mi experiencia
directa muestra que es así en el Nordeste y en San Pablo. Puede ser que
en Rio de Janeiro, Rio Grande del Sur, Paraná, Minas Gerais, etc., las comunidades sean más independientes
del clero, menos parroquializadas y más dedicadas a las necesidades y a
la lucha de los pobres, como eran en el pasado, digamos que hasta
más o menos 1985.
208.
Cf. Movimenti nella
Chiesa, Jaca Books, Milan, 1982; M. Camisasca-- M. Vitale (Ed.). I movimenti
nella Chiesa negli anni 80; Antonio Alves de Melo, A evangelização no Brasil.
Dimensões teológicas e desafios pastorais, Roma, Gregoriana, 1996, pp.222 – 232;
Antonio Alves de Melo, “Clase media y opção preferencial pelos pobres”, en REB,
43 (1983), pp. 340 – 350; Salvatore Abbruzzese, “Comunione e liberazione”.
Identité catholique et desqualification du monde, Cerf., Paris,
1989
209 Esta es la justificación siempre usada por
las burguesías para negar toda ayuda a los pobres y enriquecerse impunemente y
con buena conciencia. Muchos harían suya la apreciación de Benjamín Franklin
sobre la Inglaterra de su tiempo: “No hay país en el mundo donde haya tantas
disposiciones para favorecerlos (a los pobres), donde haya tantos hospitales
para recibirlos cuando están enfermos, hospitales fundados y mantenidos
por la caridad voluntaria; donde haya tantos asilos para ancianos de cada
sexo, juntamente con una ley solemne hecha por los ricos que les
grava las propiedades con un pesado impuesto para mantener a los pobres...
En resumen, es un estímulo para alentar la pereza, y no es extraño que haya
contribuido para aumentar la pobreza”, citado por Gertrude Himmelfarb,
La idea de pobreza. Inglaterra a principios de la era industrial,
FCE, México, 1988, p.13 ( orig. 1983).
210 De la vasta literatura destacamos solamente: Robert B. Reich, El
trabajo de las naciones, Vergara, Buenos Aires, 1993 (orig. 1991), pp. 247 –
255; John Kennett Galbraith, La cultura de la satisfacción, Emecé, Buenos
Aires, 1992 (orig. 1992), pp. 51 – 60.
Te he puesto en negrita en el texto de Comblin lo
que nos interesa directamente conforme a tu pregunta. Los párrafos que cito
están tomados de un libro de Comblin sobre el Pueblo de Dios(*)
Traducción al castellano del libro El
Pueblo de Dios
del P. José Comblin, publicado en:Portugués,
O Povo de Deus, Ed. Paulus, Sao Paulo, Brasil, 2002, 410 p.
Inglés: People of God, Orbis Books, Maryknoll, New York, EEUU; 2004,
230 p.
Italiano: Il
Popolo di Dio, Servitium Citta Aperta, Troina, Italia, 2007, 404 p.
_______________________________
Creo que otra
amenaza es perder su espíritu misionero que es esencial en su identidad y eso
se puede perder para evitar conflictos con los párrocos en las parroquias que se
sienten invadidos si vas a espacios dentro de su territorio y esto corresponde a
su concepción de una iglesia territorial tanto a nivel diócesis como
parroquia.
Otra amenaza o
debilidad es que muchas veces las Comunidades se van convirtiendo sólo en grupo
de reflexión que se reúnen cada semana, comparten, oran en común, hacen muy
buena reflexión Bíblica, pero prácticamente no llegan al actuar.
En esta misma
línea está lo referente a lo político. Unas pocas Comunidades se centran en lo
político y a veces en lo político partidario casi como lo principal en su
caminar y en su actuar, pero creo que muchas por experiencias pasadas, se van al
otro extremo o sea a huir del compromiso que tenga que ver con lo político. Por
cierto hace tiempo te envié un artículo inspirado en un estudio de Brasil sobre
la importancia del compromiso político en la historia de las CEB allá en
Brasil. Y por último ligado a esto que vengo diciendo está también el diluirse
el compromiso profético. En Nicaragua vivimos intensamente el compromiso
profético en las denuncias y anuncio en tiempo de la dictadura de Somoza, en
tiempo de la Guerra que impuso Reagan USA y también aunque menos en los 16 años
de los gobiernos neoliberales, pero en tiempo del Gobierno que se supone popular
y en parte los es de los sandinistas, no suele escucharse la voz profética en
relación al gobierno y a la situación política. Y esto pasa en parte porque la
voz de los Obispos está siempre en contra del Gobierno y es como voz de la
oposición. Entonces las CEB no quieren estar en el mismo tren. Y de parte del
Frente y de los sandinitas ortodoxos y no críticos, si criticas al Frente te
asimilan con la oposición (con los partidos políticos liberales y con la
sociedad civil ligada a ellos).
Por ahora dejo
aquí esto pues tengo que hacer otras historias y a nivel CEB estamos ahora más
absorbidos en la preparación del Festival Ecológico del próximo
domingo.
Con fraterno
abrazo,
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