terça-feira, 31 de janeiro de 2012

CEBs e Pequenas comunidades eclesiais

PEQUENAS COMUNIDADES E CEBS (DOC.APARECIDA, DISCERNIMIENTO)
5.1. Chamados a viver em comunhão
155. Povo de Deus, Igrejas locais = comunhão com a Trindade
156. A dimensão constitutiva do acontecimento cristão é pertencer à uma comunidade concreta, para viver a experiência permanente de discipulado em comunhão com os apóstolos e o Papa
# A insistência sobre o Papa não era necessária.
158. Elementos da Igreja: Eucaristia, Palavra, Comunidade, Missão evangelizadora
# Falta a diakonia
159. Comunidade por atração, não por proselitismo
5.2. Lugares eclesiais para a comunhão
166. Diocese = Totalmente Igreja, não toda a Igreja, porque existem outras dioceses.
169. Cada pequena comunidade, paroquias, comunidades educativas, comunidade de vida consagrada, associações ou movimentos, pequenas comunidades se inserem na pastoral orgânica da diocese.
# Todas expressões comunitárias aparecem no mesmo nível de igualdade, por serem “comunhão de pessoas”
170. Entre as comunidades eclesiais sobresái a Paroquia
# Não são comunidades de igual constituição teológica
171-175. Palavra, Eucaristia, missão, serviço...
# Não faz menção de LG 1 Igreja Sacramento.
176. Lugar do pobre
- CEBs E PEQUENAS COMUNIDADES ECLESIAIS
178. Cita Medellin 15,10, Palavra, compromisso social, serviços...
# Omite a citação do Med 15,10: Cada batizado deve pertender a uma comunidade de base
179. É claro o preconceito contra as CEBs
# Não sejam contra o magistério, tradição... nunca dizem isso quando falam dos padres, dos bispos movimentos etc. que na historia tiveram também hereges, mas as CEB ainda não.
180. Junto com as cEBs, outras formas de pequenas comunidades... movimentos, grupos de vida, oração e reflexão
# O fato de serem anãzinhas...não constituem essencialmente a identidade das CEBs.
312. Dimensão institucional e carismáticas não se opõem... citação de Bento XVI, 24 marco 2007
# Exatamente o que repetimos sempre, até acrescentando que se complementam.
LAS CEBs y las pequeña comunidades eclesiales.

Pequeñas comunidades eclesiales y CEBs son dos realidades diferentes pero no necesariamente opuestas.

Todos los que ejercen ministerios a nivel de las CEBs han sentido que desde la asamblea de Santo Domingo, viene apareciendo en documentos episcopales y en otros, una cierta ambigüedad de fondo: se habla de las CEBs, citando el documento fundante de Medellin (15,10) y al mismo tiempo se añade, “y Pequeñas comunidades eclesiales”, sin mayores especificaciones.


Sabemos que, en la Iglesia, todo se orienta por la Koinonia (comunión), de la cual la Trinitaria, es el punto alpha y ómega (comienzo y plenitud). Sin embargo, la expresión “Pequeñas comunidades eclesiales” no es sinónima de CEBs. Se refiere a los pequeños grupos de un movimiento eclesial y por eso es expresión de los dones del Espíritu, mientras que el contenido teológico de las CEBs es de ser Iglesia sacramento (LG 1), con la diócesis y la parroquia (en instancias diferentes, como lo entendió el documento de Pueblo, que jamás unió las CEBs a los movimientos).

Las CEBs (“En el caso en que todavía existan”, decía un obispo, con cierta satisfacción (!) “son una, de las tantas pequeñas comunidades eclesiales, que “OJALÁ puedan contribuir para revitalizar las parroquias…” (“¡Desde que no se metan en política!”), completaba, apresuradamente, otro colega del mencionado Prelado).
En este sentido, el documento de Aparecida, con sus idas y venidas de redacción, terminó revelando tendencias opuestas en relación a las CEBs. En efecto, el texto de Aparecida, en lo que se refiere a las CEBs, desafía nuestro entendimiento lógico, con una especie de danza de conceptos opuestos: -“Si, ¡pero no!” “Es y no es”. Por ejemplo, en la nota n.88 (de la Redacción “anónimamente” editado y corregido, y dada como definitiva, por las autoridades superiores), se vuelve a afirmar que el texto de Medellín 15,10 continua plenamente válido. Pero, en la siguiente línea, al citar Puebla n.629, retoma un texto elaborado en otro contexto histórico . Retomado 29 años más tarde, en otra situación, y silenciando la enorme cantidad de citas positivas sobre las CEBs, que llenan de punta a punta el texto de Puebla , manipula la intención original de los redactores y sugiere sospechas graves en relación a las CEBs
A pesar de esas insistencias, Aparecida, en su conjunto y en los números 178, 179,180 reafirma las CEBs. La redacción que ha sido votada por los obispos, había optado por frases de apoyo y simpatías (Nada genéricas o tampoco superficiales). Véanse los número 194 y 195 de la 4ª.Redacción: - 194: “Queremos decididamente, reafirmar y dar nuevo impulso a la vida y misión profética y santificadora de las CEBs, en el seguimiento misionero de Jesús. Ellas han sido una de las grandes manifestaciones del Espíritu en la Iglesia de América Latina y El Caribe después del Vaticano II”.
195….”Después del camino recorrido hasta ahora, con logros y dificultades, es el momento de una profunda renovación de esta rica experiencia eclesial en nuestro continente, para que no pierdan su eficacia misionera sino que la perfeccionen y la acrecienten de acuerdo a las siempre nuevas exigencias de los tiempos”.
La 5ª. Redacción, la que ha sido “corregida” misteriosamente , quitó todo lo que pudiera aparecer como entusiasmo de pastores al proceso de las CEBs, y como apoyo al compromiso misionero, tantas veces heroicos, de parte de los más sencillos y sufridos miembros de la Iglesia Entonces, las CEBs significan solamente una entre muchas búsquedas por nuevas formas de vida comunitaria, todas ellas llamada de pequeñas comunidades? (Como genéricamente se refiere el n.56 DAP)
El intento, aparentemente inocente (y que, por supuesto, no lo es), se expresa en la propuesta de reunir todas las formas de experiencia comunitaria de la Iglesia, agrupándolas bajo un único nombre: Pequeñas comunidades eclesiales. Así desaparecen las originalidades específicas, como en el caso de las CEBs.
El deseo de sintetizar, no simplifica el tema de las CEBs, sino que lo confunde. Termina haciendo una propuesta “simplista” y ambigua. En realidad se termina por rotular, indistintamente, cosas que son de diferente naturaleza teológica y pastoral (Lo que es de la área “Iglesia Sacramento”, LG 1; con lo que es del espacio de “dones y gracias del Espíritu” LG 12). En última análisis, se está desautorizando la asamblea de Medellín (cuyo texto sobre las CEBs, 15,10, ha sido reafirmado en Puebla, Santo Domingo y Aparecida).
Digámoslo en pocas frases, lo que, a seguir, analizaremos más ampliamente:
• Las CEBs no son grupos eclesiales. Son estructuras de la Iglesia (Med. 15,10), como la parroquia, que ha sido la Iglesia de base (cuando, en tiempos medievales se constituya de 15 o 20 familias) y ahora (con 10 o 60 mil bautizados) se la va transformando en comunidad de comunidades (Aparecida). Las CEBs surgen, por lo tanto, para reconstruir el primer nivel de Iglesia, que ya dejó de existir de manera efectiva y misionera, aun que permanezca como nomenclatura, en relación a la parroquia.
• Las CEBs, siendo la base eclesial, como la parroquia lo fue, no expresa, sin embargo, el mismo “modelo teológico-pastoral”. El modelo parroquial es de cristiandad, patriarcal, piramidal, pre-técnico, rural, de atendimiento sacramental, devocional, territorial, centrada en un edificio.
• El modelo de la CEB es esencialmente misionero, de diáspora, urbano, comunitario, descentrado del edificio y no confinado al territorio, dentro de un mundo científico, técnico, urbano, que en relación a las personas, no “espera por…”, sino que “va hacia”, llegando donde la presencia pastoral no acontece de modo sistemático y adecuado
• Las CEBs, como lo ha ubicado la Asamblea de Puebla, son una estructura sacramental (LG 1) no hacen parte de los dones y ayudas “carismáticos” mencionados por el n.12 de Lumen Gentium.
• Las características de la CEBs: ser pequeña y ser comunidad, en sí mismas (aisladamente) no expresan lo específico de las CEBs. En efecto, vivir la experiencia comunitaria es una exigencia que califica toda realidad y acción eclesial: sea el consejo pastoral, o el presbiterio, o los catequistas parroquiales…Lo específico de lo comunitario se expresa por las relaciones inter-personales, la participación y corresponsabilidad.
• El otro aspecto, el de ser una comunidad “pequeña” es una condición tanto pedagógica como operativa, para facilitar la convivencia y el funcionamiento de las realidades multitudinarias, de obreros, de estudiantes, hasta de soldados…

La Asamblea de Puebla, coherente con la perspectiva esencial de Medellín, que presenta las CEBs como primero nivel de Iglesia, las ubica siempre como parte del tríptico: CEB, Parroquia y Diócesis. Eso está evidenciado en cada uno de los pasos del método: en el VER la realidad; como para el PENSAR-JUZGAR, que se encarga de la fundamentación teológica para los discernimientos; y finalmente para el ACTUAR, explicitando las líneas de acción de las CEBs-Parroquias-Diócesis La CEB no se localiza entre los movimientos, sino como estructura eclesial fundamental, como realidad eclesial global, como un todo, no como parte
El documento de Puebla señala como elementos constitutivos de las CEBs, aquellos que forman parte de la descripción misma del misterio de la Iglesia y que hayan su expresión cabal en la Iglesia particular: La Palabra de Dios, la participación en la Eucaristía, la comunión con los Pastores; las nuevas relaciones interpersonales con la Fe y un compromiso mayor con la justicia, con la realidad social de sus ambientes. (Cf. Puebla, 640.)

En conclusión: Reducir la CEB (estructura eclesial, instancia de base) a una genérica “Pequeña Comunidad Eclesial” (grupos, asociaciones, servicios) es suprimir la originalidad de la propuesta de América Latina a partir de la Asamblea de Medellín. Veamos, además, diez diferencias entre lo que es propio de las CEBs y lo que es característico de los grupos eclesiales (asociaciones, movimientos, sodalicios, etc.), algunas de ellas ya han sido anteriormente mencionadas y explicadas;

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